México
en el año 1937, pleno desarrollo industrial en un país que lentamente se
recupera de épocas pasadas. Y es en Veracruz donde se encuentra la hacienda
“Rosa Blanca”, propiedad de Jacinto Yáñez, acosada por la compañía petrolera Condor Oil, cuyas oficinas centrales se
encuentran en Los Ángeles, California.
El
dueño de la hacienda así como su familia y la gente que trabaja en la misma se
involucran en una historia de engaños y tragedias en la película “Rosa Blanca”;
filmada en 1961, con las actuaciones estelares de Ignacio López Tarso y Rita
Macedo, del director Roberto Gavaldón, basado en la historia de Bruno Traven y con fotografía de Gabriel
Figueroa. Ésta estuvo censurada durante 11 años.
¿Por
qué fue tan importante como para censurarla? Esta película ataca ferozmente a
las empresas petroleras. El director general de la Condor Oil toma todo lo que
quiera sin importar el costo: amantes, casas, dinero, haciendas… y nadie parece
detenerlo. Este, representa a los de su clase, es decir, al empresario
estadounidense cuyo único objetivo es buscar el beneficio de su empresa.
Mientras,
el papel del mexicano es diverso. Por un lado aquellos alcahuetes que cooperan
con el extranjero a cambio de una parte del botín, como el contratista
encargado de atraer a los obreros para trabajar en los campos petroleros o el
abogado mexicano que trata de convencernos que la compra de la Rosa Blanca es
el mejor negocio.
El
nacionalismo, como defensa del mexicano y todo lo bueno que este representa, no
tarda en aparecer, desde el mismo propietario y su familia así como el presidente
municipal y el cónsul en los Ángeles. A pesar de la buena voluntad de los
últimos dos, estos se ven superados por las habilidades legales y
argumentativas de la compañía petrolera.
Al
final de la película, Jacinto es asesinado y para todos es un “misterio”; la
hacienda pasa a manos de la Condor Oil
y sus habitantes son destinados a trabajar como obreros explotados. Pero tras
el abuso que sufren, no tarda en aparecer otro gigante de la historia mexicana,
el sindicato mexicano a través de la Confederación Regional Obrera Mexicana
(CROM) mencionada brevemente para hacer alusión a la organización de los
obreros.
En “Rosa
Blanca” cada personaje representa un
sector de la sociedad. Aunque el ambiente en la hacienda parece difícil de
creer, la vida en el campo mexicano jamás ha sido tan simple como lo presentan. El retrato de un
jefe bonachón, preocupado por sus peones, es una imagen poco creíble para el
campo mexicano.
Sin embargo, el papel de la mujer, en
comparación con otras películas, es impactante. Claramente Rita Macedo, esposa
del hacendado, no deja de depender del hombre, pero no es una madre sufrida,
fichera caliente, joven coqueta… Roberto Gavaldón presenta la imagen de una
esposa que si bien está subordinada al favor de su marido, aún así tiene una
fuerte presencia en la comunidad.
Aunque
es una película del siglo XX parece recobrar vigencia ante la inminente reforma
energética. Actualmente la historia es más compleja, una nueva versión de “Rosa
Blanca”, tendría que incluir a todos aquellos sectores inconformes pero que al
fin y al cabo no lograron nada concreto. A las autoridades mexicanas a través
de las acciones de un gobierno reloaded
-que busca el progreso-, las reacciones multitudinarias y los eventos
deportivos, entre otros.
No cabe
duda que esta película vale totalmente la pena ya que representa dos cosas.
Primero una alternativa del cine mexicano tan acostumbrados a ver en televisión
nacional. Y segundo, la respuesta ante un proceso histórico que bien puede
adquirir mayor fuerza ante las actuales reformas.
Por Sara Mtz.
"Rosa Blanca"
Director: Roberto Gavaldón
Protagonistas: Ignacio López Tarso y Rita Macedo
Protagonistas: Ignacio López Tarso y Rita Macedo
Año: 1961
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