miércoles, 25 de junio de 2014

"Rosa Blanca", petróleo y cine mexicano

México en el año 1937, pleno desarrollo industrial en un país que lentamente se recupera de épocas pasadas. Y es en Veracruz donde se encuentra la hacienda “Rosa Blanca”, propiedad de Jacinto Yáñez, acosada por la compañía petrolera Condor Oil, cuyas oficinas centrales se encuentran en Los Ángeles, California.


El dueño de la hacienda así como su familia y la gente que trabaja en la misma se involucran en una historia de engaños y tragedias en la película “Rosa Blanca”; filmada en 1961, con las actuaciones estelares de Ignacio López Tarso y Rita Macedo, del director Roberto Gavaldón, basado en la historia de  Bruno Traven y con fotografía de Gabriel Figueroa. Ésta estuvo censurada durante 11 años.

¿Por qué fue tan importante como para censurarla? Esta película ataca ferozmente a las empresas petroleras. El director general de la Condor Oil  toma todo lo que quiera sin importar el costo: amantes, casas, dinero, haciendas… y nadie parece detenerlo. Este, representa a los de su clase, es decir, al empresario estadounidense cuyo único objetivo es buscar el beneficio de su empresa.

Mientras, el papel del mexicano es diverso. Por un lado aquellos alcahuetes que cooperan con el extranjero a cambio de una parte del botín, como el contratista encargado de atraer a los obreros para trabajar en los campos petroleros o el abogado mexicano que trata de convencernos que la compra de la Rosa Blanca es el mejor negocio.

El nacionalismo, como defensa del mexicano y todo lo bueno que este representa, no tarda en aparecer, desde el mismo propietario y su familia así como el presidente municipal y el cónsul en los Ángeles. A pesar de la buena voluntad de los últimos dos, estos se ven superados por las habilidades legales y argumentativas de la compañía petrolera.

Al final de la película, Jacinto es asesinado y para todos es un “misterio”; la hacienda pasa a manos de la Condor Oil y sus habitantes son destinados a trabajar como obreros explotados. Pero tras el abuso que sufren, no tarda en aparecer otro gigante de la historia mexicana, el sindicato mexicano a través de la Confederación Regional Obrera Mexicana (CROM) mencionada brevemente para hacer alusión a la organización de los obreros.

En “Rosa Blanca” cada personaje representa  un sector de la sociedad. Aunque el ambiente en la hacienda parece difícil de creer, la vida en el campo mexicano jamás ha sido tan  simple como lo presentan. El retrato de un jefe bonachón, preocupado por sus peones, es una imagen poco creíble para el campo mexicano.

Sin embargo, el papel de la mujer, en comparación con otras películas, es impactante. Claramente Rita Macedo, esposa del hacendado, no deja de depender del hombre, pero no es una madre sufrida, fichera caliente, joven coqueta… Roberto Gavaldón presenta la imagen de una esposa que si bien está subordinada al favor de su marido, aún así tiene una fuerte presencia  en la comunidad.

Aunque es una película del siglo XX parece recobrar vigencia ante la inminente reforma energética. Actualmente la historia es más compleja, una nueva versión de “Rosa Blanca”, tendría que incluir a todos aquellos sectores inconformes pero que al fin y al cabo no lograron nada concreto. A las autoridades mexicanas a través de las acciones de un gobierno reloaded -que busca el progreso-, las reacciones multitudinarias y los eventos deportivos, entre otros.

No cabe duda que esta película vale totalmente la pena ya que representa dos cosas. Primero una alternativa del cine mexicano tan acostumbrados a ver en televisión nacional. Y segundo, la respuesta ante un proceso histórico que bien puede adquirir mayor fuerza ante las actuales reformas. 

Por  Sara Mtz

"Rosa Blanca" 
Director: Roberto Gavaldón
Protagonistas: Ignacio López Tarso y Rita Macedo
Año: 1961


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