“The reluctant fundamentalist“ Más que un musulmán
Uriel Odiel Sandoval Peña
Mohsin
Hamid, reconocido novelista de Paquistán, decide explorar la transformación de
la imagen y la percepción de la misma a través de uno mismo y de terceros; centra su historia
en Changez, quien al entablar platica con un extranjero en una cafetería de
Lahore, dará pauta a un largo monologo sobre su vida entre dos universos no
totalmente contrarios pero con ciertas singularidades que los distinguen uno
del otro: Estados Unidos y Paquistán.
Changez:
mosaico de identidades, las cuales no se encuentran estáticas ni mantienen un
vaivén de mascaras alterables. Es un joven paquistaní, musulmán, estudiante de
Princenton en su momento, asesor financiero para una importante firma en New
York, creyente en el sueño americano, hombre desilusionado del mismo, victima
de un racismo y estereotipo construido sobre su pueblo a base del atentado del
11 de septiembre. Aparte de ser el protagonista de la novela, pone a discusión la imagen de los extraños o seres ajenos a
nuestro entorno, en este caso las personas de tinte árabe y somete a juicio la
mutable identidad que se amolda de acuerdo a las situaciones que se presentan.
El
texto no es una total critica al sueño norteamericano ni su sistema de oportunidades o el reflejo de
la miseria, problemas o conflictos que presenta lo que alguna vez fue parte del
imperio persa. En realidad pone mayor énfasis al proceso de cambio que enfrenta
Changez, respecto a la percepción de sí mismo con el entorno donde se desarrolla
y como interactúa con su persona: en un inicio pasar de ser un fiel convencido
de la funcionalidad del modelo estadounidense, a un declive de la ilusión por
el comportamiento norteamericano posterior a la caída de las Torres Gemelas,
conllevándolo a retomar la identidad musulmana como identidad, por la
exacerbada diferencia que le imprimen los externos.
Podría
pensarse que la idea del texto es la deconstrucción de los personajes para
descubrir la verdadera imagen de ellos, pero es más una lógica de
reconocimiento: con el uso del segundo personaje que decide escuchar la platica
de Changez en la cafetería de Lahore, el cual no tiene nombre, ni rasgos que lo
expliquen dentro de la lectura, sino que lo mantiene en una posición de ser una
persona desdibujada y de libre imaginación sobre su aspecto para el lector;
pero en realidad se presenta un juego de participación, al rescatar el recurso
del monologo y con el oyente desdibujado se busca que el lector sea participe
en la novela al ocupar el espacio de dicho personaje, puesto que todo da inicio
en el momento en que Changez te nota caminando por Lahore y decide contarte su
experiencia, tú decides continuar escuchando o
cerrar el libro para otro momento.
Con
el recurso del monologo la participación no se queda sólo en un simple juego
literario, se da pauta a repensar el estereotipo de la imagen árabe, musulmán y
en este caso al paquistaní. Si decides emprender y estar atento a las
experiencias de Changez, podrás romper el supuesto de ser islámico, comprender
el juego de contrastes entre dos mundos y la diferencia cultural que existe entre
uno y otro, para no terminar por ver al externo con desprecio ni indiferencia, más
bien lo reconoces desde una perspectiva diferente.
Podría
tomarse al libro como un texto para café, de charla momentánea, con la única utilidad de
rellenar nuestro librero, pero toca un
tema que no sólo afecta a los paquistanís, sino a todo pueblo que se encuentra
fuera de su espacio de origen, pasando a ser juzgado como un extraño o diferente,
lo que lleva a tratarlo con indiferencia o racismo produciendo conformación de identidades. En
este caso Changez se volvió una persona de tinte antinorteamericano, pero no un
fundamentalista con fines de terminar con su existencia más bien decide ver por
la situación de Paquistán, pero el caso de Sayyid Qutb no esta lejano a la
trama de “The Reluctant fundamentalist“.
Mohsin
Hamid no es el único escritor de Paquistán, muchos de ellos han buscado
retratar la situación de su país desde una perspectiva que no sea la
extranjera, viran por la promoción de cultura a pesar de ser constantemente
amenazados por grupos de corte extremos practicantes del Islam; si bien no son
la generación que dará el cambio a nivel nacional, están empezando a abrir caminos para salir del desastre que ahora los
atañe.