miércoles, 23 de julio de 2014

"Los insólitos peces gato", de enfermedades terminales y cine mexicano

Por Sara Mtz.

En algún momento de la vida hemos estado perdidos, o lo estamos.  Sin saber el lugar hacia donde se dirigen nuestras vidas, nuestros intereses, nuestros deseos… Despertar sintiendo que algo hace falta. 

Pero ¿qué sucede cuando decidimos dejar de estar atascados? Es justo de lo que habla Los insólitos peces gato (2013), dirigida por la mexicana Claudia Sainte-Luce  y protagonizada por Ximena Ayala  (Claudia) y Lisa Owen (Martha), cuenta la historia de la relación que nace a partir de un encuentro entre Claudia, empleada en un supermercado y Martha, madre de cuatro hijos y con una enfermedad terminal. Claudia se involucra en la cotidianidad de la vida de Martha, del resultado de esta interacción surgen elementos interesantes que hacen de ésta una excelente película.



La idea de la familia en la sociedad mexicana se encuentra siempre presente, es “el pan de cada día” e incluso la meta personal de muchas personas. Pero ¿qué sucede cuando eres una persona solitaria? Claudia se enfrenta con este dilema y pone en evidencia que la familia no se trata solo de relaciones de sangre sino de la dura y extenuante convivencia con personas que están lejos de ser perfectas.

Junto con la familia el amor es otro tema que por lo regular el cine solo nos deja melodramas cursis y cargados de finales felices o trágicos. Pareciera que el amor entre pareja heterosexual es un elemento recurrente que hace las veces de obligatorio relleno. ¿Qué sucede cuando el amor en un filme viene de fuentes diferentes? Entonces entendemos que Los insólitos peces gato es una historia de amor entre gente diferente que convive todos los días, sin caer en el cliché. Personas con problemas cotidianos y cargados de emociones y demonios personales.

Entonces ¿hacia dónde lleva esta convivencia en una familia cuando existe un elemento que lo complica todo, una enfermedad terminal? Podríamos pensar que en esta película las hijas de Martha pierden sensibilidad ante la situación de su madre y se vuelven unas cabronas hijas de la chingada. Pero la realidad es otra, ellas tienen que aprender a vivir su vida sabiendo que su madre morirá pero ella sigue viva ¿Cómo puedes superar el hecho de que alguien muere cuándo lo sabes con anticipación?

Es así como Los insólitos peces gato, con escenarios sencillos, pocos pero excelente personajes, y una enfermedad terminal  es un ejemplo de lo que se puede lograr cuando una historia está escrita con las palabras adecuadas sin caer en el estereotipo de película de enfermo. 

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